Circe es la consecuencia de un estado crónico de enfado con la naturaleza humana.
Desde un estado de descontento y decepción, la observación del ser humano, la reflexión sobre su naturaleza y el empeño permanente por comprenderlo en su complejidad, conducen en este proyecto a la conclusión de que, sencillamente, no es perfecto, de que el ser humano es defectuoso.
Resulta difícil dilucidar si el origen de este defecto es educacional, patológico o social, pero frente al riesgo de que el reconocimiento de este error pueda confundirse con la misantropía, esta propuesta artística se articula en torno a la búsqueda de los resquicios a los que agarrarse para seguir teniendo esperanzas en el ser humano.