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15 DIBUJOS UN CUADRO

Javier Parrilla
Del 7 de junio at 31 de julio de 2024

Pintar según se vive. Elegir el fondo, revelar la forma.

No es fácil elección la de imbuirse en los caminos arduos, máxime cuando estos implican agudizar el ingenio, cultivar la sagacidad, apoyarse en la ventura y fundamentar la tesis vital en el placer. Lejos de la especulación deductiva, Javier Parrilla (Sevilla, 1975) como Kandinsky, lanza preceptos afines a la intuición, la sensibilidad y al simbolismo en lo formal y lo procesual con esta muestra.

«En el arte, la teoría nunca va por delante y arrastra tras de sí a la praxis, sino que sucede lo contrario. En la creación, todo es cuestión de instinto, especialmente en los comienzos. Aun cuando la construcción general se puede lograr mediante la teoría pura, el elemento que constituye la esencia de la creación nunca se crea ni se encuentra a través de la teoría; es la intuición quien da vida a la creación. El arte actúa sobre la sensibilidad y, por lo tanto, sólo puede actuar a través de la sensibilidad.»

Bajo esta afirmación del histórico, el artista que nos ocupa se sumerge en un proyecto determinado por un modo creativo innovador en su haber que tiene como base dos factores: la sorpresa y la fe. La exposición se centra en abordar, más allá de los temas, los procesos como parte de la pintura y, en ese sentido, le sirve de laboratorio de austeridad, como ensayo de autocontrol, como afirmación de un método.

Por partes: la pintura de Parrilla siempre ha ido indisolublemente vinculada al símbolo, a una veta estética tradicional renovada por su personalísimo lenguaje que oscila a caballo entre el fragmento realista y la abstracción alegórica. Con exaltación de lo clasicista en la inclusión de elementos que persiguen una recreación casi arqueológica de la forma, sus obras reproducen y contienen – así como su propio entorno- imágenes, objetos y composiciones pintorescas que se prefiguran casi como fruto de hallazgos afortunados y fortuitos, bellos, que bien podrían ser propios de excavaciones, vestigios elegidos.

Técnicamente, esta muestra ejemplifica la preocupación de su autor por avanzar en sus propios procedimientos. Con una suerte cándida de positivado – llevada a cabo mediante el uso de finas y coloridas cintas de enmascarar, que construyen en su totalidad el motivo representado en cada obra, personificaciones de viveza y festejo- se preocupa de la imagen a través de la construcción del dibujo, un dibujo mental que busca huir de la gracia – la kharis-,
de lo purista, alejándose de cualquier atisbo de dejar huella alguna de su gesto, y que consigue, aplicando sobre el soporte que da base a estas composiciones adhesivadas, un fondo pardo, austero, amaderado, sobre el que se descubre el resultado definitivo, incontrolado, al retirar las cintas tras su secado. Quizás pudor, quizás modestia.

Realiza, en cada dibujo, un juego anárquico de funciones, pero contrarresta este desacato al orden reforzando conceptualmente su estudio mediante la realización de parejas de imágenes, inspiradas en preceptos que le resultan sugerentes, representaciones previas que le conmueven, ritos, lugares y escenas de otros tiempos. Otro nivel de construcción de la imagen en el que se vislumbran distintas derivas. En todas ellas, sin embargo, está la idea subyacente de lo pintoresco, aquello que es digno de ser pintado, ejecutado pictóricamente de una manera totalmente ajena a la fotografía, a lo fotográfico, tributo a lo primitivo, que materializa mediante sus imágenes.

Así, pudiéramos clasificar los motivos que constituyen su creación como una síntesis, como alegorías de tendencia geometrizada, mediante la construcción mental de paisajes soñados o con la reconstrucción de elementos visuales de reminiscencia histórica que tienden a una figuración, y en todos los casos, la búsqueda del icono por su parte es incansable pues como, ocurriera en el Romanticismo, hay un componente exótico, peculiar, orientalizante. Sobriedad, elegancia y tradición. Filia a lo aprehendido, sublimación experiencial e irreprochable inclinación a la victoria.

Patricia Bueno – Sevilla, junio 2024